Siento la tardanza...
No me lo podía creer. Estaba cumpliendo una de mis fantasías más intimas... Tocar, masajear, sobar los músculos currados de un culturista... Mi mano se hundía bajo su camiseta recreándose en sus abultados pectorales, recreándome en su canalillo, buscando sus pezones ya en punta por la excitación... En ese momento, él me pidió que parara. Me quedé un poco cortado. Se levantó quedándose delante de mí. Y de golpe se quitó la camiseta dejando al descubierto los pectorales centro de mi veneración. Así mejor, no?- me preguntó sin esperar respuesta pues se acercó a mí tanto que hundió mi cabeza entre esas dos rocas cinceladas. Yo como un hambriento comencé a lamerle los pectorales, a besarselos, a restregar mi cara entre ello mientras el gemía de gusto. Disfruta, chico- me animaba- son tuyos. Mis manos mientras recorrían su espalda musculosa, sobando bien su trapecio, sus dorsales, deseando llegar a sus firmes nalgas... En ese momento me agarró mis manos y las llevó a su pecho. No, no- me regaño pícaro- aún no tienes permiso para llegar ahí, que me estropeas la sorpresa... Perdona-apenas balbuceé porque enseguida hundió su pecho contra mi cara y me puse a mamar sus pezones como un lactante. Eso le encantó porque empezó a gemir de imprevisto. Al oirle disfrutar puse más ahínco en sus pezones, en trabajarselos bien para que gozará plenamente. Tras un buen atracón de pectorales, el apartó su pecho para dejar paso a sus brazos. Delante de mí empezó a sacar bola. ¿te gusta? Claro- le dije- es enorme... comparado con biceps.- intenté sacar bola y puse el brazo a su lado para la ridícula comparación. Él se rió. Falta de entrenamiento- apuntó y aprovechó para quitarme la camiseta. Mucho entrenamiento.- le aseguré y volvi a concentrarme en sus brazos, empezando por sus deltoides abultados. En estas, se vuelve a poner frente a mí y empieza a hacer posturas para marcar músculo. De frente, de espaldas, de frente... yo delante de el maravillado. Se pone de nuevo de espaldas marcando bien sus brazos, haciendo rebosar sus deltoides... y baja las manos a su cintura y de golpe se baja los pantalones dejando al aire dos perfectos glúteos que ante el brusco movimiento temblaron como sabrosa gelatina. Yo me quedé con los ojos como platos y boca abierta sin poder articular nada. Se gira de un saltó mostrandome el frontal. Llevaba puesto un minusculo tanga blanco y negro que apenas podría cubrir sus genitales ya en excitación. De mis tiempos de stripper.- me señaló. El resto del pantaló lo arrojó a un rincón y se sentó a horcajadas sobre mis muslos. Ante mi falta de reacción agarró mis manos y las plantó sobre sus duras nalgas. Ahora sí.- me dijo
Stormbcn, en otra web? Espero que me digas donde porque en ese caso lo han copiado y pegado sin permiso porque esta experiencia la escribí en exclusiva para esta web con la intención de compartirla entre todos los que nos pone un tio musculoso .
Muy caliente e inspirador el relato, creo haberlo leído en otra web de temática algo más SM jeje... Saludos