Siempre me ha parecido un sueño admirar de cerca un físico de tan alto nivel como los Míster Olimpia. La curiosidad de cómo será la tacto cada pedazo de carne, detrás de los cuales hay miles de series, repeticiones, dolores, lesiones a veces, dietas rigurosas, mucho sudor y focalización en cada detalle y proporción.
He podido estar bien cerca de alguno que ha llegado bien alto como Ángel Calderón, con la proximidad de entrenar en el mismo gym e intercambiar algunas ideas.
Darte cuenta, además, de que no es un trozo de carne o un muñeco, sino una persona con historia, familia, dignidad.
Indudablemente es de agradecer poder tener el privilegio de compartir espacios comunes con gente tan grande en todos los sentidos.
Ahora, el sueño sigue ahí: ¿cómo será al tacto?