Si es cierta la afirmación de Sheldon Cooper de que el generador gráfico más potente es la mente humana, la literatura nos proporciona los programas para que nuestras mentes produzcan universos sintéticos mucho mejores que los todos metaversos que podríamos conseguir por una módica suscripción (bueno, para esto no hace falta un generador gráfico tan potente ;-)).
En el universo imaginario del autor del que hablamos hoy habitan seres portentosos, ángeles y demonios a la vez, capaces de provocar placer y dolor en seres "inferiores" sin perturbar la media sonrisa de superioridad con la que completan su físico de dios griego hiperhormonado.
Duane Colwell, gladiatorkid en internet, nos regala una amplia colección de historias tan excitante como inquietante que podéis encontrar en https://www.gaydemon.com/stories/authors/gladiatorkid/ .
Sus personajes son hipermusculosos y de belleza sobrehumana, algunos de ellos todavía cursando secundaria, capaces de dominar con su sola presencia a quienes que pululan a su alrededor, incluido su profesor de gimnasia, su entrenador de lucha libre o el padre de un compañero. Y si su sola presencia no es suficiente, aplicar un poco de presión física puede resultarles hasta divertido. Sí, las historias de Duane no son argumentos para Cine de Barrio.
El protagonista de Worthy of Worship, Wade, tiene veinticuatro años, cuerpo de culturista de competición, rostro de supermodelo y modales como los de de Darth Vader cuando lee el recibo de la luz. Wade comienza la historia convirtiendo al atlético estudiante de instituto Randy en su esclavo, y lo hace con una mezcla de seducción y violencia que horroriza y fascina a partes iguales a Randy. Randy no desaprovecha su nueva relación: Wade le entrena convirtiéndole en el adolescente musculoso que quería ser y le enseña a conseguir a su vez un grupo de esclavos, cada uno de los cuales podría conseguir la insignia de Teen Bodybuilder del Año en esta web si se otorgara, como debería ser, por cierto. Y Randy alcanza tal nivel en el cielo-infierno de Colwell, que se convierte en protagonista de su propia historia, Randy's Conquests, en la que domina por igual a compañeros de institutos, profesores y padres de compañeros.
Buffalo Bob, protagonista de otra historia reciente de Colwell, es por su físico el estudiante que todos los profesores universitarios musculófilos tenemos en nuestros sueños y por sus acciones el que tenemos en nuestras pesadillas. Se presenta en clase insoportablemente sexy y arrogante y consigue con facilidad dominar e invadir la vida personal del profesor Baker y del resto de miembros del departamento, independientemente de su sexo u orientación sexual. El profesor planea una y otra vez librarse del yugo que le impone Bob, pero fracasa siempre en el intento cuando vuelve a encontrarse con él en persona.
Duane Colwell escribe con un lenguaje cuidado y pule sus historias en varias iteraciones hasta que las considera merecedoras de publicación comercial. Sus personajes son sádicos sin llegar al crimen, pero el autor disfruta bordeando tabús de edad, relación, parentesco, y a veces traspasándolos. Sus historias a veces saturan de violencia, y cuando las leen espíritus puros que han llegado a ellas en busca de descripciones de cuerpos celestes y escenas de adoración o dominación-dentro-de-un-orden, llega un momento en que se plantean si seguir leyendo no será como afirmar la validez moral de tanta agresividad y anulación de personalidad. En otras ocasiones el espíritu puro tiene que ir al baño mucho antes.
¿Conocéis otros autores que traten temas de dominación que impliquen a culturistas? ¿Tenéis fantasías (o realidades) de ser esclavos de un culturista? ¿O de tener un culturista esclavo? Yo confieso (es decir, podéis saltaros lo que voy a escribir a continuación) que me gusta la idea de sentir cómo la fuerza de un culturista me domina físicamente, pero sólo si siento que yo mantengo el control de la situación. Y no tengo ningún deseo de ser esclavo, ni del culturista que más excitara. Lo de tener un cachas que fuera mi esclavo ya me parece más divertido. Desgraciadamente, me temo que no me llega el presupuesto y que voy a tener que esperar a que fabriquen el culturista-esclavo-robot y llegue al Lidl.
Mientras tanto, disfrutemos y suframos con nuestro generador gráfico mental y con historias como las que nos proporciona Duane para que se las critiquemos mientras las perfecciona para Amazon. Y sigamos ahorrando calefacción.
Conocen de Gengoroh tagame "La casa de los herejes"? La vez que lo vi, no me lo pude sacar de la cabeza. Y segui buscando y me di cuenta que me gustan mucho los comics de bara, este estilo de dibujo asiatico, de todos chicos fornidos , musculosos, interacciones romance y sexo entre hombres normales y gigantes.